Adherencia a una dieta, problemas que surgen.

La dieta mediterránea se ha caracterizado por un alto consumo de verduras, hortalizas, legumbres, frutas, frutos secos, cereales y aceite de oliva. Junto con un consumo moderado de pescados, huevos y productos lácteos, yogur o queso, y un menor consumo de carnes y grasas animales.

La dieta mediterránea garantiza un aporte calórico y de nutrientes en cantidades suficientes y proporciones adecuadas. Contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, enfermedades degenerativas, etc. y a una mayor esperanza de vida. Ahora se dedica menos tiempo a la compra de alimentos y elaboración de las comidas y se prefieren los alimentos procesados.

 

dieta mediterránea

La palabra dieta proviene del griego y significa: «estilo de vida». Dieta equilibrada es aquella que aporta todos los nutrientes necesarios para cubrir los requerimientos fisiológicos, mantener un adecuado nivel de actividad física y promover la salud. No existe un único modelo de dieta saludable, sino que esta se puede alcanzar combinando los alimentos de diversas maneras para conseguir una dieta equilibrada.

La motivación es uno de los factores psicológicos más influyentes en los comportamientos humanos, ya que las personas se comportan en base a sus motivaciones, de las cuales derivan o no determinadas conductas (Gutiérrez y López, 2012 y Taylor, Ntoumanis, Standage y Spray, 2010).

¿Pero por qué no consigo seguir una dieta?

El primer obstáculo que saltar es la motivación, es decir, intrínseca: quiero cambiar mi estilo de vida. O, extrínseca, me veo obligado/a a ponerme a dieta por cierto motivo: verano, una boda, etc. En el primer caso la voluntad de mejorar la salud es una decisión a priori estable y firme con proyección en el tiempo. En el segundo caso, ¿qué pasará cuando pase el evento?…, la motivación desaparece.

Siguiendo esta línea, la inmediatez o las prisas, nos llevarán a recurrir a dietas milagro, que chocarán de frente con nuestro estilo de vida de una manera restrictiva. Imponiendo hábitos no adaptados y procesados ni física ni psicológicamente, que una vez superado el objetivo, nos harán caer en los antiguos hábitos alimentarios. Todo tiene un proceso, paciencia.

Los objetivos marcados tienen que ser reales. Establecer pequeñas metas, pequeños logros nos harán conseguir desarrollar un camino más largo. Cada persona es un mundo a nivel biológico, paciencia y flexibilidad.

El estómago es el segundo cerebro, regula las emociones. A veces la comida es una escapatoria y un vehículo de escape a nuestra realidad. Si necesitas ayuda, pídela. La evaluación de la propia imagen influye en nuestra autoestima y propia identidad.

El sentido común, el menos común de los sentidos. Que no se vuelva una obsesión, el control está bien, pero sin ser desquiciante. La comida es un proceso necesario a nivel biológico, pero también es una manera de socializar, entablar relaciones, disfrutar, aprender, descubrir, experimentar…

Decide dar un cambio desde tu propio esencia, mantener un estilo de vida saludable te va a garantizar una vida plena que junto a la actividad física es el mejor binomio para ir con una sonrisa por la vida.

 

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Bibliografía

González Valero, Gabriel, Padial Ruz, Rosario, Espejo Garcés, Tamara, Chacón Cuberos, Ramón, Puertas Molero, Pilar, Pérez Cortés, Antonio José, RELACIÓN ENTRE CLIMA MOTIVACIONAL HACIA EL DEPORTE Y ADHERENCIA A LA DIETA MEDITERRÁNEA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DE EDUCACIÓN FÍSICA. International Journal of Developmental and Educational Psychology [Internet]. 2017;4(1):285-295. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=349853537030

 




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