Genética y Deporte

¿Son heredables las características fisiológicas: fuerza, velocidad, capacidad aeróbica, etc.?

Según Padullés en su artículo Genética y Deporte, el fenotipo o características de un individuo viene determinado no sólo por su constitución genética, sino también por el contexto ambiental en el que se desarrolla. Por ello el entrenamiento es fundamental para un buen rendimiento deportivo. El ejercicio puede tener efectos inmediatos y medibles en el estado de salud de individuos genéticamente predispuestos a una determinada enfermedad. Por ejemplo, una muerte súbita durante una actividad física en un sujeto con defectos genéticos que conduzcan a una miocardiopatía hipertrófica o a una anomalía coronaria.

Se plantea la cuestión del grado de influencia de cada uno de estos factores en las cualidades físicas y en el rendimiento deportivo. El índice de heredabilidad nos permite expresar la importancia relativa de la influencia genética en un fenotipo determinado.

Sabemos que la posibilidad de que un individuo sea muy rápido está mucho más condicionada por los genes que ha recibido de sus padres que su rendimiento en carrera de larga duración.

En la tabla aparece el índice de heredabilidad de distintas enfermedades o características físicas del ser humano. Un valor de 1,00 significa que toda la variación (100 %) es atribuible al factor genético.              (G. Rodas)

El talento es un requisito para ingresar a la excelencia en el deporte de competición, por lo tanto, su identificación se consolida como el inicio en la selección de sujetos con aptitudes suficientes para lograr los más altos niveles del perfeccionamiento deportivo, a través de un complejo proceso de especialización (Leiva & Melo, 2010).

La predisposición deportiva se fundamenta en un conjunto complejo de propiedades individuales (biofísicas, psíquicas y personales). Parte de las cuales maduran y se manifiestan de manera irregular, dependiendo de la edad y experiencia en la actividad deportiva (Matveev, 2001).

La teoría de Gladwell, otra opción a la genética.

Otra manera de poder alcanzar esta excelencia es planteada a través de la regla de las 10000 horas de práctica propuesta por Malcolm Gladwell. Aquella que viene a proponer que todas las personas que alcanzan un nivel superior competitivo en cualquiera ámbito, ya sea deportivo, cultural o artístico, tienen en común el bagaje de entrenamiento y experiencia. Esto implica 10 horas por semana a lo largo de 20 años, 20 horas por semana a lo largo de 10 años, o 40 horas por semana a lo largo de 5 años.

Con este contexto, sólo nos queda seguir sumando horas de experiencia. Quizás no tengamos mucho tiempo para entrenar, pero si tenemos la posibilidad de hacer algo con el tiempo que se nos ha dado.

¡A entrenar!

 

Bibliografía

Padullés i Riu, J. M., Terrados, N., Rodas , G., & Campos, N. (2004). Genética y Deporte. Apunts. Educación Física y Deportes, 77, 85-87.




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