Entrenadores haciendo su labor: ¡Educar!
La evidencia científica manifiesta que un calentamiento previo al entrenamiento posterior es una buena opción para obtener el mayor rendimiento. Al preparar una clase hay que fijar unos objetivos y estímulos generales que más tarde se aplicarán de manera individual, intentando aproximar al atleta al objetivo de la sesión.
Realizar un trabajo previo de calentamiento general y específico, con movimientos globales o analíticos es una herramienta vital como entrenador para trabajar la salud articular de cada atleta.
Un tiempo determinado en el cual, mediante la observación de cada movimiento, se nos da un biofeedback muy valioso para conocer y profundizar aún más en los puntos débiles o fortalezas, desequilibrios o posibles desalineaciones de ciertas articulaciones ante determinados ejercicios. Tenemos 8, 10, 12 minutos en los cuales podemos intervenir y aumentar el nivel de coaching, implementando patrones correctos de movimiento y rangos o amplitudes de movimiento seguros y eficaces.
Hay que desarrollar la creatividad y buscar el interés del atleta en este aspecto tan vital. La calidad de movimiento a través de unas articulaciones sanas.
La disminución de la rigidez, la activación muscular con el aporte sanguíneo y nutrientes haciendas estructuras articulares, el equilibrio, la coordinación, la precisión , la postura corporal, el equilibrio y coordinación entre los grupos musculares, el ahorro de energía al movernos mejor, el riesgo de lesión se reduce…etc., etc.
¡¡Que nadie te quite un buen calentamiento!!