¿ Es el CrossFit lesivo?
Seguramente si preguntáramos a alguien que haya tenido una mala experiencia entrenando en un box, pueda afirmar rotundamente con un sí a nuestra pregunta. ¿Cuántas veces no nos han dicho que practicando este tipo de entrenamiento nos vamos a lesionar?. Muchas sin duda, que si mover ruedas, barriles, mucho peso, espaldas dobladas, etc. Por no hablar del famoso dolor de hombro o de rodilla. Un catálogo que tiene emparejado CrossFit y del que no puede despegarse.
Sentados en nuestro sofá, el «único riesgo» es morir con alguna enfermedad asociada al síndrome metabólico.
Está claro que la práctica deportiva conlleva unos riesgos que son asumidos por el o la practicante. Y el centro deportivo, box en este caso, tiene unos derechos y obligaciones con para los clientes para subsanar cualquier incidente. Por tanto, parece un » quid pro quo» entre ambas partes. ¿ Pero hasta donde llega la responsabilidad de cada uno?. En mi opinión, el entrenador tiene un código ético por el que va a velar por la salud y bienestar de las personas. El cliente, llamémosle atleta en adelante, tiene la responsabilidad de mantener las directrices dadas por el o la entrenadora y, así mismo, hacerse responsable de sus actos y limitaciones, apartando posibles egocentrismos.
Pero y si hay una lesión, ¿ quién es el responsable ?, ¿el entrenador/a, el o la atleta o » el CrossFit»?. El conocimiento de todas las variables daría infinitas posibilidades. Al final, la voz pública transmite un mensaje que puede llegar a ser erróneo o malentendido, colocando etiquetas a ciertos deportes, como CrossFit. Pero qué dice la investigación en cuanto al riesgo de sufrir lesiones en esta actividad, existen estudios a favor y en contra.
Bergeron et al. (2011), analizaron los casos de rabdomiólisis derivados en programas de acondicionamiento extremo y no encontraron mayor riesgo que otras actividades deportivas aplicadas al ejército. Sprey JW (2016), estudió la repercusión de lesiones en Brasil. Y con una tasa del 31% de los 622 participantes, encontraron similitudes con cualquier otra disciplina deportiva.
Por el contrario, otras investigaciones como la de Drum (2016), la presencia de síntomas severos después del ejercicio fue notablemente mayor en CrossFit, en relación a la rabdomiólisis de esfuerzo. Mehrab (2017) en un estudio en los boxes de los Países Bajos tasó la incidencia en lesiones en un 56, 1 %, la mayoría fueron causadas por uso excesivo. Muchas investigaciones quedan pendientes para descubrir más aún la repercusión del CrossFit en sus practicantes. Como dije antes son muchas las variables en una lesión para tener en cuenta: por una parte, el bagaje deportivo y «sentido común» del atleta; y, por otro lado, la responsabilidad y conocimientos del entrenador/a.
¿La mejor prevención?, evitar la lesión. Pero, ¿cómo?
Acude a un centro deportivo cualificado, busca entrenadores/as de calidad, que realmente profesen una vocación para y por las personas. Te tienen que corregir, dar feedback, motivarte, ayudarte a mejorar…, no aceptes cualquier cosa como clase. El listón cuanto más alto, mejor. Ahora atleta, cumple con tu compromiso de progresión, de trabajo y olvidemos ese fanatismo. Cualquier práctica artística, deportiva, científica necesita una media de 10000 horas práctica para alcanzar la excelencia. En tres años y sin bagaje deportivo previo, no se puede pretender hacer movimientos complejos para lo que tu estructura anatómica aún no está preparada. Aceptar ciertas limitaciones o carencias, es un trabajo arduo del entrenador en coaching deportivo, pero creo que la sinceridad es básica también. Hacer entender al atleta el proceso de aprendizaje, los patrones de movimiento, las cadenas cinéticas, la anatomía básica, la diferencia entre técnica, consistencia e intensidad y la eficacia y seguridad es tarea del entrenador/a.
Esto va más allá de CrossFit, estamos (entrenadores/as) tratando con personas, les estamos cambiando la vida.
Protejamos como merecen nuestros atletas.
Bibliografía:
Drum SN, Bellovary BN, Jensen RL, Moore MT, Donath L. Perceived demands and postexercise physical dysfunction in CrossFit® compared to an ACSM based training session. J Sports Med Phys Fitness. 2017 May;57(5):604-609. doi: 10.23736/S0022-4707.16.06243-5. Epub 2016 Feb 12. PMID: 26954573.
Bergeron MF, Nindl BC, Deuster PA, Baumgartner N, Kane SF, Kraemer WJ, Sexauer LR, Thompson WR, O’Connor FG. Consortium for Health and Military Performance and American College of Sports Medicine consensus paper on extreme conditioning programs in military personnel. Curr Sports Med Rep. 2011 Nov-Dec;10(6):383-9. doi: 10.1249/JSR.0b013e318237bf8a. PMID: 22071400.
Sprey JW, Ferreira T, de Lima MV, Duarte A Jr, Jorge PB, Santili C. An Epidemiological Profile of CrossFit Athletes in Brazil. Orthop J Sports Med. 2016 Aug 30;4(8):2325967116663706. doi: 10.1177/2325967116663706. PMID: 27631016; PMCID: PMC5010098.
Mehrab M, de Vos RJ, Kraan GA, Mathijssen NMC. Injury Incidence and Patterns Among Dutch CrossFit Athletes. Orthop J Sports Med. 2017 Dec 18;5(12):2325967117745263. doi: 10.1177/2325967117745263. PMID: 29318170; PMCID: PMC5753934.
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