La enfermedad del siglo XXI
La obesidad ha venido para quedarse como una de las enfermedades con más factores de riesgo en la salud pública.
Aunque la prevalencia de la obesidad infantil parece estancarse en España, el estudio sobre la alimentación, actividad física, desarrollo infantil y obesidad en España (Aladino, 2019) arroja datos contundentes relacionando el carácter social que tiene la enfermedad en la población infantil.
El exceso de peso en niños y niñas está asociado a factores de riesgo en la edad adulta, ya sea diabetes o enfermedades cardiovasculares. El análisis descriptivo se centró en niños y niñas entre 6 y 9 años de 276 colegios diferentes, agrupando hasta 16665 escolares. De los datos recogidos se aprecia que los niños y niñas con mayor obesidad se da en núcleos familiares con menores rentas. Aún así los datos son alarmantes:
- En familias con rentas inferiores a 18.000 € brutos/año: el 23,2% sufre obesidad.
- En familias con rentas entre 18.000 € y 30.000 € brutos/año: el 17,2% sufre obesidad.
- En familias con rentas por encima de 30.000 € brutos/año: el 11,9% sufre obesidad.
También se observa una conducta dispar a la hora de realizar comidas fuera de casa en centros de comida rápida:
- El 18,5% acude una vez o más por semana ( rentas inferiores a 18.000 €).
- El 10,7% afirma la misma recurrencia en familias con rentas por encima de los 30.000 €.
Como se puede relacionar a una conducta social en la toma de golosinas o caramelos varias veces al día:
- El 11,5 % (rentas bajas), frente al 3,9% (rentas altas).
No obstante 4 de cada 10 de los progenitores con escolares que sufren obesidad consideran normal el peso de su hijo/a. Y 9 de cada 10 de los progenitores con hijos que sufran sobrepeso, consideran el peso de si hijo/a normal.
Diferentes estudios demuestran que los factores socio-económicos, la educación de los progenitores, el nivel de ingresos y los hábitos o estilos de vida influyen de manera condicionante en nuestra población infantil. De los factores asociados a este exceso de peso se destaca el sedentarismo como el «gran mal» de la población infantil, Del estudio Aladino el 24% de los casos analizados pasaban más de tres horas delante de algún tipo de pantalla o haciendo deberes. Esto junto a la falta de actividad física en los colegios en los que la asignatura de Educación Física es el único momento en el cual practican algún deporte, nos deja una población infantil ávida de deporte.
La salud y calidad de vida de los menores está relacionada con la práctica deportiva, reduciendo el tiempo frente a las pantallas y reduciendo el sedentarismo. Invertir tiempo en actividad física, será tiempo que ahorremos en hospitales.
Fuentes:
- Estudio sobre la Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad, 2019.
- Factores socioeconómicos que influyen en la salud nutricional y actividad física de escolares, Antonio Sánchez-Urrea, Tomás Izquierdo Rus, Universidad de Murcia.