Protegiendo a nuestros mayores

Abril de 2021 convivimos con cierta normalidad en plena pandemia mundial provocada por el Covid-19. ¿Vacunarse o no?, guerra de farmaceúticas, intereses económicos,…etc. Damos por hecho o asumimos que ya es «normal» que haya gente que deba morir por esta enfermedad, pero no debería de ser así. Principalmente nuestros mayores son los que mayor riesgo tienen. Y si le sumamos ciertas afecciones relacionadas con los estilos de vida: diabetes tipo I y II, hipertensión, obesidad, sobrepeso o ciertas patologías graves cardíacas, tenemos un problema real del que podemos hacernos responsables los profesionales de las ciencias de la salud.

España es un país envejecido donde la tasa de personas mayores de 65 años representa el 19% de la población total. Sólo entre el 4 de Enero de 2021 y el 12 de Febrero el exceso de muertes según el I.N.E. para este sector demográfico, por cualquier causa, es de un 23%. A estas edades casi la mitad de los pacientes hospitalizados ingresan en los hospitales con anorexia y pérdida de peso, lo que puede provocar desnutrición.

Pero los desenlaces negativos de esta desnutrición pueden ser:

  • tasas elevadas de infecciones: virales, bacterianas o micóticas
  • neumonía
  • insuficiencia orgánica múltiple
  • aumento de la morbilidad y  mortalidad
  • Y en lo que más nos vamos a centrar: aumento de la pérdida muscular (sarcopenia)

La pérdida de la masa y la función muscular (sarcopenia) es una patología habitual entre las personas adultas mayores y en otras con enfermedades que se acompañan de desgaste muscular: cáncer, insuficiencia cardiaca o enfermedad renal crónica. La sarcopenia puede agravarse en pacientes con COVID-19 después de haber estado durante días, semanas e incluso meses hospitalizados en la U.C.I., que es donde terminan de debilitarse. Los posibles efectos adversos: discapacidad física, declive funcional, fragilidad, pérdida de la independencia, mala calidad de vida y mayor tasa de mortalidad.

Concluyendo, ¿cómo podemos evitar o prevenir esta pérdida de masa muscular?:

  1. Para mejorar la calidad de vida de los pacientes, fomentar el entrenamiento de fuerza ya que no presenta efectos adversos, siempre mediante una adaptación progresiva al ejercicio y buscando la adherencia al programa.
  2. El suplemento de monohidrato de creatina como medio para aumentar los niveles de
    fosfágeno de la masa muscular en combinación con un entrenamiento de
    fuerza origina una reducción de la sarcopenia y un aumento de masa y fuerza muscular. La suplementación oral con creatina puede mejorar las adaptaciones del músculo durante
    su formación (Vandenberghe et al. 1997) y promover la rehabilitación de los músculos después
    de la inmovilización de la pierna (Hespel et al. 2001).
  3. Si tenemos ocasión y está en nuestra mano, promover la actividad física y unos hábitos saludables de vida,  como la mejor de las recetas que podemos prescribir.

En nuestra mano está como proveedores de SALUD, ayudar a los que ya lo hicieron por nosotros.

Referencias bibliográficas:

www.mayoclinic.org

Desnutrición en el paciente con COVID-19 y pérdida de masa muscular. Olga Gómez-Santa María, María del Consuelo Velázquez-Alva, María Fernanda Cabrera-Rosales.Med Int Méx. 2020; 36 (Supl 4): S14-S17.

www.momo.iscii.es

www.scielo.iscii.es

Efectos de un entrenamiento de fuerza y de la utilización de creatina en la prevención de la sarcopenia en personas de edad avanzada. Carlos j. Padilla Colón. Tesis Doctoral.

www.ine.es

 

 




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