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Protegiendo el suelo pélvico

A menudo muchas atletas, sobre todo, en su práctica habitual de actividad física se ven condicionadas por determinados ejercicios de impacto, fuerza, saltos o carrera. Los cuales pueden provocar pérdidas involuntarias de orina, lo que se conoce como incontinencia urinaria (IU).

Desde 1998 la OMS considera la IU como enfermedad por su impacto psico-social y su repercusión en la calidad de vida. Un problema social e higiénico que no todo el mundo reconoce y, sobre todo, no todo el mundo intenta prevenir o rehabilitar una vez se ha dado.

Recuerdo anatómico de la cavidad abdomino pélvica:

  1. Diafragma, en forma de cúpula, principal músculo inspirador.
  2. Musculatura abdominal, cabe destacar el recto del abdomen cuya función es la flexión del tronco; y,  los oblicuos cuya función es la rotación, traslación e inclinación del tronco.
  3. Transverso del abdomen: el más profundo de los músculos de la pared abdominal, está implicado fundamentalmente en la estabilidad lumbopélvica.
  4. Suelo pélvico: músculo elevador del ano, formado por dos porciones: pubovisceral e iliococcígeo, sus funciones principales son estabilizar la región lumbopélvica, sostiene las vísceras pélvicas, permite la micción, defecación y el parto y, tiene un papel importante en la continencia.

Dependiendo de los síntomas y por orden de prevalencia los tipos de incontinencia que podemos encontrar son:

  • Incontinencia Urinaria de Esfuerzo (IUE): incontinencia asociada a un esfuerzo físico que provoca un aumento de la presión abdominal. Es la más frecuente en mujeres.
  • I.U. Mixta (IUM):  asociada tanto a urgencia como al esfuerzo. Es más frecuente en mujeres premenopáusicas.
  • (IUU) de Urgencia: es la incapacidad para contener la orina el tiempo suficiente para ir al baño, siendo la más frecuente en personas mayores.
  • Por rebosamiento: más común en varones por obstrucción prostática.
  • Inconsciente: es la pérdida involuntaria de orina sin deseo miccional e independientemente de cualquier aumento de la presión abdominal.

La incontinencia es una circunstancia que puede limitar la propia actividad física incluso el abandono, por lo que se presenta necesario para el profesional del deporte detectar la patología y tomar las medidas necesarias.

La correcta función de la musculatura del suelo pélvico resulta fundamental para una adecuada sinergia lumbo-pélvica (Sapsford, 2004; Sapsford et al., 2001). Diversos estudios han puesto de manifiesto una correlación entre la fatiga y/o disfunción de la musculatura del suelo pélvico y la pérdida de orina (Ree,Nygaard y Bø, 2007). Esta fatiga puede deberse, entre otras causas, a un excesivo aumento de la presión intraabdominal y al agotamiento del soporte muscular durante las actividades de alto impacto.

Prevención de la disfunción del suelo pélvico:

  1. Debemos enseñar a las atletas a realizar una contracción perineal preventiva antes de cualquier esfuerzo, la contracción voluntaria del suelo pélvico desplazará arriba y hacia delante las vísceras en dirección opuesta a la presión intraabdominal provocada por el esfuerzo (saltos, levantamientos, etc)
  2. Aprendizaje motor y propiocepción: saber contraer los músculos del suelo pélvico y del abdomen. El objetivo es conseguir la integración de la contracción y relajación del suelo pélvico dentro del esquema  corporal, pueden ser órdenes verbales, autopalpación, electroestimulación, bolas chinas…
  3. Además de tonificar el suelo pélvico, el entrenamiento preventivo pasa por disminuir los abdominales clásicos que provocan una presión excesiva sobre el periné, que favorecen los prolapsos pélvicos (caída de órganos a través del conducto vaginal. La gimnasia abdominal hipopresiva, del fisioterapaeuta Marcel Caufriez es una de las más efectivas para la tonificación del transverso y oblicuos.
  4. Y añadimos la batería de ejercicios de kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico tanto de hombres como de mujeres.

Referencias:

Kirby AC, Lentz GM. Lower urinary tract function and disorders: physiology of micturition, voiding dysfunction, urinary incontinence, urinary tract infections, and painful bladder syndrome. In: Lobo RA, Gershenson DM, Lentz GM, Valea FA, eds. Comprehensive Gynecology. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2017:chap 21.

Magowan BA, Owen P, Thomson A. Female urinary incontinence. In: Magowan BA, Owen P, Thomson A, eds. Clinical Obstetrics and Gynaecology. 4th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2019:chap 11.

Newman DK, Burgio KL. Conservative management of urinary incontinence: behavioral and pelvic floor therapy and urethral and pelvic devices. In: Wein AJ, Kavoussi LR, Partin AW, Peters CA, eds. Campbell-Walsh Urology. 11th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016:chap 80.

Efficacy of training pelvic floor musculature in female urinary incontinence B. González Sánchez1, J. Rodríguez-Mansilla1, A. de Toro García2 y M.V. González López-Arza. Universidad de Extremadura. Facultad de Medicina. Departamento de Terapéutica Médico-Quirúrgica. Badajoz (España). IMC Clínica Fisioterapia. Cáceres (España)

Deporte femenino y suelo pélvico. Sandra Martínez Bustelo. Fisioterapeuta especialista en obstetricia y uroginecología. E.U.Fisioterapia A coruña. Policlínico La Rosaleda, Santiago de Compostela.

TRANCES: Revista de Transmisión del Conocimiento Educativo y de la Salud 2012; 4(5). ISSN: 1989-6247. Rial, T., Chulvi, I., Pinsach, P. (2012). Influence of fitness activities on pelvic floor
dysfunction. Trances, 4(5), 409-422.409 INFLUENCE OF FITNESS ACTIVITIES ON PELVIC FLOOR DYSFUNCTION.Rial, T., (1); Chulvi, I.,(2); Pinsach, P.(3)

 




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